Nosotros, que hemos perdido nuestro sentido y nuestros sentidos: nuestro tacto, nuestro olfato, nuestra visión de quiénes somos; nosotros, quienes frenéticamente forzamos y apresamos todas las cosas, sin descanso para cuerpo y espíritu, hiriendo a nuestra tierra e injuriándonos a nosotros mismos.
Nosotros llamamos a hacer un alto.
Queremos descansar.
Necesitamos descansar y permitirle a la Tierra descansar.
Necesitamos reflexionar y redescubrir el misterio que vive en nosotros, que es el fundamento de toda única expresión de vida, el origen de la fascinación que llama a todas las cosas a entrar en comunión.
Nosotros declaramos un día sagrado de la tierra, un espacio de quietud; para simplemente ser y dejar ser; para recobrar las grandes verdades olvidadas.
Daniel Martin.
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